Es congruente pensar que en la civilización virtual en la que vivimos esta contenida por el surgimiento de un neo-consumidor. Este nuevo actor asocia su poder de compra a lo emocional.
Marx dirá en un texto clásico (1) pero bastante olvidado que la base del sistema capitalista descansa en la producción mercantil. Cada mercancía es un valor de uso, es decir posee una utilidad, pero por las características de su producción ha supuesto un consumo de horas de trabajo. Bien, en el tema que nos ocupa se relaciona este aspecto con una economía en que la producción de mercancías es cada vez mas masiva e implica menos horas de trabajo por producto. Es un periodo histórico de reducción de los precios que permite aumentar el mercado global (aparecen los consumidores de India y China) y en los países ricos el abaratamiento de las mercancías, libera recursos suficientes para el desarrollo de:
- El consumo emocional de los productos de lujo.
- La abundancia de las commodity o mercancías banales.
A continuación analizaremos las siguientes afirmaciones:
El automóvil y la vivienda aun ocupan un gasto fijo importante en el nivel de gasto de las familias en los países avanzados, pero la alimentación ha pasado ha representar del 50 % al 19 % de la cesta de la compra. Determinados electrodomésticos se han convertidos en verdaderos commodity, es decir sus precios han descendido tanto y en tan poco espacio de tiempo que han banalizado la elección y el consumo desde la perspectiva del status, por ejemplo el ordenador marcaba hasta hace pocos años una tendencia entre las familias que lo poseían o no. Los hard discount han roto con las diferencias entre comprar un producto Nestle o Dia, Danone o Lidl. Él consumidor ávido de calidades parecidas ha descubierto que las economías de escala favorecen el incremento del consumo de los productos de marcas blancas. Las tiendas de alimentación especializadas han quebrado ante la presión de las grandes superficies y el consumo masivo sin especialización. Los equipamientos electrónicos hechos en China han modificado varios aspectos del consumo Las copias de productos del Sudeste Asiático, aumentan esta sensación de mercado ampliado y masivo, rompiendo con los derechos de autor e incrementando hasta limites increíbles la reducción de precios. La circulación mercantil al abaratarse rompe los limites físicos clásicos abatiendo fronteras hasta donde antes el consumidor no existía (China, India). Otro aspecto asociado a esto cambios es que la circulación mercantil cede paso al ocio. Antes la compra de la comida representaba una experiencia de contacto e intercambio en el mercado local. El nuevo consumidor reduce el tiempo que le dedica a proveerse de su alimentación y aumenta el tiempo de paseo. Es el voyeurismo, o la experiencia emocional en los grandes centros comerciales donde la compra es cada vez más emotiva y cambiante. Para Lipovetsky "la primacía del presente sobre el futuro hace que el consumidor busque una experiencia, un recuerdo, algo que lo marque, [una] sensualidad"(2). Las vacaciones se han dividido y el consumidor desea viajar barato (una nueva commodity) que permite nuevas experiencias y emociones. El neocosumo abarca tres aspectos: La circulación mercantil banal (comodity). Los productos de lujo, en que su utilidad esta definida por "vivir una experiencia". La circulación virtual, dividida entre gratuita y monetaria. Ejemplos de la primera: La compañía de viajes en avion Ryanar ya ofrece el 10% de sus viajes gratis, la formación a través de internet es posible incrementarla gratis, el voyeurismo sexual es también posible en internet realizarlo gratis. En cuanto a la compra virtual monetaria el ejemplo mas claro es el incremento del sector financiero (los mercados de futuros, en los cuales se puede invertir en algo que la probabilidad da como posible). ¿Qué futuro nos espera?. Excitante desde luego... Queda pendiente en un próximo articulo hablar de la desmaterialización del consumo. (1)El Capital, Libro 1, Volumen 1 y 2 (2)Les temps hypermodernes. Gilles Lipovetsky
Es muy interesante tu artículo, me ha hecho pensar hacia donde vamos, aún y que aparentemente parece que cada vez vivimos más cómodamente tendrímos que reflexionar a qué precio pagamos todo esto. Quizás nos asustaría saber lo que la generación de nuestros abuelos tenía y nosotros ya no tenemos. Hablo de valores y conciencia.
Publicado por: joanra | 11/04/05 en 19:40