Un disco rojo, brutal se eleva por encima de la bocana del puerto. La mañana se calentará en el frío invierno. A mi habitual paseo se le ha añadido la lista de los regalos de navidad. Hoy media España prepara la cena de nochebuena y el mediodía de navidad –los catalanes diferent people- añaden además el 26 para despachar los enérgicos canelones. Desde lejos veo venir hacia mi la misma mujer de cada mañana, solo que observo que lleva un abrigo marrón, sombrero, guantes, bufanda blancos y un delicioso perro de color…blanco. ¿Qué me preocupa hoy?. Seré patriota de hojalata o bobo solemne*. La segunda opción no entra en mis elecciones. De la primera me remito al tambor de hojalata de Gunter Grass. Aires de enfado flotan en la política española. ¿Y en la boliviana?. Evo ha ganado al estilo Papa Noel. La dura realidad americana necesita más que promesas. Las hojas de otoño se pegan en mis zapatos. La hojalata se quiebra al mínimo esfuerzo, pero la obsesión que persigue a nuestra izquierda –nosotros somos los mejores- es peligrosa.
*Para quien no se ha enterado es el discurso de respuesta de Rajoy -lider de la oposición española- a Rodríguez Zapatero
Unha aperta e Bo Nadal
Publicado por: pepe penas | 21/12/05 en 23:56