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Instalado a la salida de la boca del metro en Barcelona este establecimiento es testigo de los humores y cambios de la sociedad catalana. Ayer –después de 30 años de resistirme a volver a él, decidí entrar y pedir un cortado. El camarero, un señor canoso de ojos claros y sonrisa de cliente español, fue capaz de recordar aquellos años de la Barcelona inquieta y disconforme con el pensamiento oficial. Al entrar en conversación, un espacio de recuerdo se abrió entre nosotros. Le pregunte por otro camarero de aquella época, recio, grande. Esquivando el paso del tiempo, su respuesta fue:
_Juan… de aquella época solo quedo yo. Él se jubilo y falleció al poco tiempo. Aquí dentro todavía hay españoles, pero la terraza esta llena de guiris. Leve constatación de los cambios de la ciudad de los prodigios, como en su momento la llamaron los socialistas.
¿Qué queda de aquella época dorada?. Recuerdo que el café era un cuenco vacío y alegre donde los jóvenes –hipies, neo-hipies, progres y gente de izquierda le dominaban y los últimos jubilados movían las fichas de domino. Las tribus urbanas se peleaban con los camareros por no pagar, me explico deseábamos estar en la galería al sol, pero -era nuestro derecho que la mesa la ocupasen 5- y la consumición la pagara el incauto. Para nosotros el franquismo estaba muerto y la sangre del régimen nadaba con abundancia entre la miseria moral que nos rodeaba. En las mesas las revistas daban una característica personal, algunos compraban El Viejo Topo y otros Ajoblanco, o eras de izquierda o anarquista, o uno mas de la fauna del rock. Tan diferente a la marea nacionalista de estos días donde la buena gente de izquierda o de derecha participa del pensamiento único. Los pocos diferentes se abstienen o están protegidos bajo el paraguas del único payaso oficial: Albert Boadella.
El café ha cambiado en su decoración, en su momento el interior era una sala que humeaba, la nevera de madera presidía la entrada y detrás de ella se encontraban los lavabos con olor a orín antiguo que clamaba impaciente en una austeridad incolora y rara. ¿Y el precio del cortado?. Ayer me zurraron 1.80 euros. Hace tres décadas le soltábamos cinco pesetas o sea 0.05 Euros. Para muchos comer tres platos y postre en un gallego detrás de la plaza Sant Jaume en aquella época significaba pagar 50 Pesetas (0.30 Euros). Pero el exterior en su momento, marcaba la tendencia, allí las modas y los extraños rizos competían entre la resaca del día anterior. Los lagartos –nosotros- se estiraban estrujando con habilidad el sol que el invierno nos concedía.
Por último he recorrido la Red y he extraído algunas informaciones entremezcladas para guiris. La mas acertada es: “los precios altos, los camareros gruñones, y las tapas rudimentarias”.
Opiniones:
A pesar de los precios altos-ish, los camareros gruñones, y los tapas rudimentarios, ha estado yendo fuerte desde que. La localización lo dice todo.
Yo lo conocí 20 años antes de la fecha en que vine a quedarme para siempre (¿para siempre?), porque en noviembre de 1955 bajé por unas horas del trasatlántico Bretagne (que el día siguiente arribaría a Marsella, donde desembarqué) y llevado por referencias ambiguas empecé a buscar putas en el barrio chino. Entiéndame, por favor: tenía 18 años y a la sazón no había probado ese ángulo de la vida (ni muchos otros, pero el sexo entonces era para mí una asignatura pendiente). Por una módica retribución un cicerone me condujo a cierto tugurio que respondía al nombre de Club La Estrella, donde me tomó a su cargo una gordita cuarentona que decía llamarse Conxa. Era muy simpática, pero igualmente la experiencia fue un fracaso. Salí una hora después y fui a parar al Zurich. Esa fue la primera vez (que estuve en el bar Zurich, quiero decir).
http://web.madritel.es/personales/diegocruz/colaboraciones/zurichbar.htm
Una institución verdadera en Barcelona como se jacta una localización central unbeatable. De sus tablas al aire libre, consigues una gran vista de los paseos y de Plaça Catalunya de Les, y este las marcas solas él digno de parar adentro para un café. Después de 100 años en negocio consiguió una cirugía estética en 1998 en que el edificio original en la misma esquina fue rasgado abajo para hacer la manera para el centro de compras del triángulo
http://translate.google.com/translate?hl=es&sl=en&u=http://www.wcities.com/en/record/,74835/18/record.html&sa=X&oi=translate&resnum=6&ct=result&prev=/search%3Fq%3Dbar%2Bzurich%2Bbarcelona%26hl%3Des%26lr%3D%26sa%3DG
Cafè Zurich (Plaza de Catalunya, 1). Esta barra es una institución en Barcelona. Mientras que consigues a la tapa del Ramblas en la cruz justa de Catalunya de la plaza encima a la izquierda y está allí antes de FNAC. Ha sido siempre uno de los lugares de reunión superiores de la ciudad. Tomar un asiento en la terraza exterior y mirar la vida del Ramblas sobre algunas cervezas.
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Cuando era joven tuve el placer de vivir en Ciudad de México, gobernaba el PRI y el sexto año de mandato los burócratas aprovechaban para llenar sus alforjas y dejar sitio al siguiente sexenio. En aquellos años – alrededor de 1976/77 la izquierda estaba fragmentada y existía un partido de derecha –el PAN que parecía vivir en otra galaxia. Hoy este partido ha gobernado de la mano de Fox y afronta su revalida –a contracorriente- de la mano de Felipe Calderón. En la discusión que planea toda América Latina entre gobiernos populistas al estilo Chavez-Evo Morales, la sociedad mexicana es la que más ha conseguido elaborar un discurso alternativo -además de la chilena y española.
¿Podemos -si me permiten- analizarlo?. La entrevista esta en el periodico El Mundo del 3 de junio de 2006. El primer aspecto que aborda el candidato es la crónica inestabilidad del continente entre visiones populistas al estilo peronismo y gobiernos militares reaccionarios.
P.- El populismo es un problema en América Latina. ¿También en México?
R.- América Latina está decidiendo entre dos visiones. Una que arrastra a América Latina hacia el pasado, al estancamiento y que le cierra las puertas a un mundo globalizado, que vive una revolución tecnológica que transforma las relaciones económicas, productivas y la vida misma de los países. Son políticas públicas centradas en propuestas demagógicas que han traído ciclos que han arruinado las economías de nuestros países. Son propuestas que consideran que el motor generador de empleo es el Gobierno y entonces se eleva el gasto por encima de su capacidad de pago. Se endeudan nuestros países y llega una crisis económica que tiene que pagar la gente más pobre. Esa ha sido, en síntesis, la historia de la mayoría de los fracasos económicos en América Latina. Y esa es la propuesta que encierran gobiernos demagogos, que yo ni siquiera llamo populistas.
La otra opción es la que puede generar que América Latina se convierta en una región competitiva en el mundo, capaz de atraer y generar inversión, crear los empleos necesarios y elevar la calidad de vida de sus gentes. Es una opción que, en lo económico, genera condiciones de competitividad. En lo social, centra el gasto del Estado en corregir las desigualdades y, en el campo internacional, tiene una política exterior abierta. Yo no veo dónde está el mérito al decir que nunca se ha salido del país y que nunca saldrá (en referencia a López Obrador, que no tiene pasaporte).
El modelo chileno -afirma en su entrevista- es para Calderón –junto al de España, una sólida referencia de países latinos en los cuales diferentes gobiernos de derecha o de izquierda alternativamente han garantizado un crecimiento estable.
P.- ¿Es el momento de México, ahora que el continente se polariza?
R.- Yo no veo como algo positivo que se polarice. Me duele verdaderamente. Pero sí creo que las propuestas que mejor le han venido a América Latina son las que han tenido sensatez y viabilidad. Resumiendo, la economía que ha logrado crecer más, de forma más estable y que ha logrado reducir de forma significativa la miseria es la chilena. No ha sido ni Cuba ni Venezuela, así que, en la medida en que ampliemos la democracia y fortalezcamos un Estado tendente a combatir la desigualdad y a fortalecer los sistemas de mercado competitivos, habrá mayor prosperidad para los pueblos.
La seguridad jurídica es el capitulo mas dejado de lado por los populistas, detrás de su discurso revolucionario, se esconde un comportamiento autoritario que menosprecia los derechos en general, Calderón argumenta al respecto:
P.- ¿La seguridad jurídica está en riesgo en el continente?
R.- Bueno, esa es precisamente una de las características de los gobiernos demagogos. La ley es relativa y el Estado de Derecho es prescindible. Pero para mí, y no sólo para mí, sino también para estudios muy serios que señalan que los países capaces de sostener un régimen de plena legalidad son los que han tenido economías de mayor crecimiento. Un estudio de David Barrow, de la Universidad de Harvard, demuestra que el Producto Interior Bruto de los países que han cumplido la ley ha crecido, en promedio, un 2,6% más al año que los países que no cumplen la ley.
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Publicado el 10:47 en articulos de Economia y Globalizacion | Enlace permanente | Comentarios (4) | TrackBack (0)