Pero el titulo original del articulo era la Partenogénesis humana
Algo desabrido, pero esconde una sutil unión. Hace días, en un comentario a un artículo, una lectora me pedía que escribiera algo al respecto. Debo confesar que he captado su ironía, pero me atrevo a decir que la reproducción unisexual de las hembras, no deja de ser un sentimiento latente en algunas mujeres. Tal vez no he sentido este deseo en los hombres, pero si en los homosexuales. Alguno dirá, ¡Como narices lo van sentir los machistas!. Si. Es una hipótesis, aún recuerdo que cuando tenía 8 años y gozaba de fabular experimentaciones, siempre pensé que llegaría el día, en que unirían amabas células y el cigoto seria implantado fuera de la madre y se evitaría este esfuerzo que suponen los nueve meses.
Pero, tal vez eso no era el tema, dirá al respecto Natalia López Moratalla, del Departamento de Bioquimica y Biología Molecular, de la Universidad de Navarra: “la partenogénesis es, en general, el tipo de reproducción unisexual en el que las hembras originan descendencia sin fecundación por los machos. En la mayoría de las especies, los óvulos no fecundados que envejecen in vivo o in vitro no se activan espontáneamente. Hay evidencia confirmada de que en mamíferos los óvulos partenogénicos no llegan a desarrollarse a término como un embrión, sino que la partenogénesis natural a partir de un óvulo no fecundado acaba en la producción de una estructura celular tipo embrión (embrioide), conocida como huevo huero. La activación de un óvulo se distingue de la realidad cigoto principalmente en que carece de la dotación genética con la impronta paterna”(1).
Por lo cual, hablaremos de la Unión. De ese intimo y delicado intercambio de amor entre dos (da igual el sexo) en el cual esta tan intensa y fresca la solicitud de amor e intercambio, que todos deseamos amar y ser amados.
Luego, alguno deseara la reproducción del sexo femenino en solitario, pero los seres masculinos, aún seguiremos mirando la luna e invitando a las féminas a compartirla.
Un territorio difícil en que me he metido, diré por último, que la lectora del comentario firmaba: venusiana…
Cabria agregar a este articulo, la noticia que ha surgido hace dos días: “Rubén Noé Coronado, nacido en Jaén hace 25 años como mujer y que en su DNI es aún Estefanía Coronado, se ha quedado embarazado mediante una inseminación artificial de un óvulo propio ya que conserva los órganos reproductores femeninos, con capacidad de ovular.
El joven transexual explica que quizás por ser adoptado las únicas dudas que se planteó cuando se decidió a ser “hombre” venían del hecho de que también quería ser “padre biológico”, que es lo que pretende ser de los hijos que parirá”.
La vida se expande.
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