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| Nerón y el repartidor de pizza »
Un número interesante. Podríamos decir que algunos le maldicen, otros piden un descuento en la librería, los que van a viajar en avión no se atreven a pedir otro vuelo y los que hacen una reunión social intentan invitar al convidado 14.
En mi caso cada año por estas fechas festejo mi cumpleaños… y el de uno de mis hijos –Isaac- ¡si dejo de nombrarle me lo recuerda!. Pues bien el sábado 11 (lo he adelantado al festejo) vinieron 15 invitados. Me he saltado la regla del 13, y el lunes que será 13, seguiré sumando.
En este festejo, aun no me he enfermado, siempre lo hago, y eso que en estos días he intentado de todo, menos beber lejía. Al final una molestia de esófago, vio Ud. ese tubo largo que baja hasta el estómago me ha dado que hacer y el lunes 13 iré al médico. Cuando me vea –se llama Salvat, es mediano de andar suave y muy del país (si Ud. es lector extranjero no captará el chiste). Bueno a lo que íbamos, me recetara unas pastillas para la acidez, y me vendré a casa.
En la noche como costumbre ceno fuera con mi mujer y mis dos hijos. Durante el día, me llamara poca gente, mi tío de América, despistado, hombre de chistes y que se fue a vivir casi donde la selva se come a los argentinos y deja salir un tipo diferente que bebe caipiriña y baila samba. Entre ambas nacionalidades, mi tío siempre habla de los paraguayitos, gentes sencillas que solo conocen una ley, la guitarra y una mujer que les ampare. ¿Y ellas?. Son como hormigas, trabajan de sol a sol, cuidan de los hijos y…. Luego o en algún punto de la jornada, entrara en antena mi madre, como todas las madres recitara su estilo. La mía -ya no me engaño- no es la mejor del mundo y antes de colgar me hablará del queso y los cuentos de hadas o de lo que es lo mismo, de si estoy bien, de si me alcanza el dinero.
¡Estoy OK mama!.
Tal vez el Doctor Salvat sea más completo que mi madre. Con su pastilla antiácida, le imagino ligero de nalgas, con un biquini rosa y el sol del Mediterráneo dándole alas. Anoche en un programa de la tele, J Goytisolo hablaba que se había marchado de Cataluña y tal vez de España, por miedo a la identidad –al nacionalismo vamos. Y esta en Marrakech bebiendo zumo de arándanos y hablando solo de él. Como este escritor, quien le ha acompañado hasta aquí…
Si las pastillas no hacen efecto, tal vez me opere otro Doctor Salvat, de biquini roja y plumas, en ese caso reemplazara el tubo del esófago por estos plásticos chinos de inferior calidad. Y si la cosa va mal, otro señor Salvat de toga violeta rezara en una iglesia carísima pero ajena a los feligreses.
Ante lo cual, sucesivamente cada 13, diferentes Salvat opositarán.
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